domingo, 8 de diciembre de 2013

Vergüenza ajena


Los pueblos africanos pueden dar sepultura a su querido Madiba sin que les asalte por un instante el temor a la falacia histórica. El titular de El Nuevo Herald del viernes 6 de diciembre de 2013 es explícito: “Miami deja atrás la controversia con Mandela para celebrar su legado”. No deja de llamar la atención que esta caterva de viejos bodegueros mezclados con esbirros mantenga esa capacidad de hacer el ridículo a como dé lugar. El escarnio auto propinado y sin barreras. Pero, tengan la amabilidad de por lo menos decir “parte del exilio”. No me incluyan, por favor. Si ustedes estaban enojadísimos con el Mandela que adoraba a Fidel, ese es su problema. Yo estaba del lado de las tropas que resistían en Cuito Cuanavale y que, luego de partirle allí el espinazo al ejército sudafricano, avanzaron hacia la frontera de Namibia con la determinación de no parar hasta que hicieran polvo el régimen del apartheid. Incontenibles. ¿No ven? Eso es lo que pasa cuando se enojan pero no tienen tanques para avanzar.